28 octubre 2011

Juan Mari Bandrés, un hombre bueno y clave en nuestra Democracia, ha fallecido hoy

Juan María Bandrés Molet (San Sebastián, 12 de febrero de 1932 - 28 de octubre de 2011), ha fallecido hoy los 79 años tras una larga enfermedad cerebral. Nacionalista vasco de izquierdas en sus inicios, siempre fue activo defensor de los derechos humanos tanto como abogado como político. Estaba casado con María Josefa “Pepita” Bengoechea y tenía dos hijos, Jon y Olivia.

Juan Mari Bandrés en la Tribuna
del Congreso de los Diputados
Bandrés pasará a la historia como una de las figuras clave de la transición y formó parte de la ponencia que debatió el Estatuto Vasco de Autonomía. Fue senador de las Cortes Constituyentes en 1977 y diputado de Euskadiko Ezkerra (EE) desde 1979 a 1989.

En 1952, tras acabar sus estudios licenciándose en Derecho, cumple el servicio militar en sanidad, en el Hospital Militar de Tetuán, durante año y medio. Al volver a San Sebastián, abrió su propio bufete, especializándose en asuntos laborales y de derechos humanos. De pensamiento católico muy cercano al clero nacionalista vasco, colaboró desde 1963 en la revista Cuadernos para el Diálogo de la que fue redactor. Durante los años de la dictadura franquista, entre 1963 y 1975, defiende ante la Jurisdicción Militar y el recién creado Tribunal de Orden Público a más de quince procesados, muchos de ellos jóvenes militantes de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) acusados de propagada ilegal y actos todavía no violentos. A raíz del estado de excepción declarado por el asesinato de Melitón Manzanas a manos de ETA en agosto de 1968, fue deportado durante tres meses a Purchena (Almería).

Tras la deportación, continúa la defensa incansable de todos los que solicitan sus servicios por causa de delitos políticos relacionados con la represión franquista en el País Vasco. Como abogado se encargó también de la defensa de Jokin Gorostidi e Itziar Aizpurua en el proceso de Burgos de 1970, así como de la de Garmendia en 1975.

Juan Mari Bandrés y Mario Onaindía
con el Presidente Adolfo Suárez
Bandrés participó en la creación de EE y fue elegido presidente de la formación en su congreso constituyente de marzo de 1982. Junto con Mario Onaindía fue protagonista de las conversaciones con el último Gobierno de la UCD para lograr, ese mismo año, la renuncia a la violencia de ETA político-militar y para la reinserción social de sus miembros. Negoció con Rosón –primero– y Barrionuevo –después– la vuelta de los exiliados y la salida de prisión de los presos políticos.

En 1988 firmó el Pacto de Ajuria Enea por la paz y contra el terrorismo, y decidió aceptar la Constitución rectificando el “No” dado diez años antes. En 1993, EE se integró en el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE). Formó parte como abogado en procesos como el de Burgos.

A petición de los familiares y siempre de forma desinteresada, ha colaborado en la liberación de muchos secuestrados de ETA, actuando de mediador, como en el caso del secuestro de Felipe Huarte en febrero de 1973. En 1994 dejó de ejercer como abogado, para pasar a dedicarse por entero a la defensa de los derechos humanos, participando, entre otros ejemplos, en instituciones como Amnistía Internacional, la Comisión Internacional de Juristas de Ginebra o la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). De esta última fue nombrado presidente en 1995.

Además de su extensa y fructífera trayectoria política, Juan Mari era un hombre afable y bonachón, de formas suaves e impecables, que desprendía una gran humanidad, lo que hacía que despertara simpatía en sus interlocutores. El afecto y admiración que su histórica labor ha despertado de forma prácticamente unánime ha hecho que, en vida, haya sido ampliamente homenajeado y reconocido en muy diversos foros.

El 28 de noviembre de 1997, el Consejo de Ministros le concedió la Gran Cruz de la Solidaridad en reconocimiento a su defensa de los derechos y libertades.

1984 fue un año pródigo en reconocimientos. En mayo, en reconocimiento de su labor en pro de los derechos humanos, recibió el premio “Universalia”. En octubre obtuvo también el premio “Memorial Juan XXIII”, otorgado por la organización Pax Christi Internacional, por su trabajo en favor de la pacificación del País Vasco por la vía del diálogo y la negociación. En diciembre, recibió el galardón “Derechos Humanos y Constitución” y la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort, concedida por el Ministerio de Justicia.


Memorias para la paz,
de J. M. Bandrés

En 1998 Bandrés recibió el Premio Olof Palme por su lucha en defensa de los derechos humanos.

El 30 de abril de 2003, Juan María Bandrés, por “su defensa del Derecho con pasión y convicción, aún en las circunstancias más difíciles”, fue galardonado con el Premio Manuel Irujo de Justicia, otorgado por el Gobierno Vasco.

El 10 de diciembre de 2004, estando ya convaleciente de los dos infartos cerebrales que minaron seriamente su salud, se le realizó un emotivo homenaje en el ayuntamiento de San Sebastián, en el que participaron representantes institucionales y de todos los partidos políticos vascos, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, en reconocimiento tanto a su compromiso ético y político como a su trabajo en defensa de los derechos humanos. El entonces alcalde donostiarra Odón Elorza dijo que Bandrés ya no podía hablar pero perduraba “su ejemplo” y “muchas de sus palabras vuelven a ser actualidad en una coyuntura concreta”.

En 2009 le fue concedida la distinción Lan Onari (Buen Trabajo), otorgada por el Gobierno Vasco, institución que también lo declaró en 2010 Vasco Universal.
 
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Reacciones de hoy: “No ha disfrutado del nuevo tiempo”

·         Patxi López ha lamentado hoy que el fundador de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, no haya podido disfrutar del “nuevo tiempo” que se ha abierto en Euskadi tras el cese de la actividad terrorista de ETA “por el que tanto peleó”. El Lehendakari ha hecho un breve comentario en Twitter sobre el fallecimiento esta madrugada de Bandrés, ha indicado: “Ha muerto Bandrés. Un luchador por la libertad que por desgracia no ha podido disfrutar este nuevo tiempo en Euskadi por el que tanto peleó”, en alusión a la etapa que se abre tras la declaración de cese definitivo de la violencia.

·         El Consejo de Ministros, reunido horas después, le ha concedido la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica "por su legado como legislador y representante político de los vascos".

·         El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama a la hija de Juan María Bandrés, transmitiéndole su "más sincero" pésame por la muerte de uno de las figuras "claves" de la política española en la defensa de los derechos humanos. "Quiero transmitirte mi más sincero pésame por el fallecimiento de tu padre. Su figura ha sido clave en la política española y en la defensa de los derechos humanos. Reiterándote mis condolencias que ruego que hagas extensivas a toda tu familia recibiendo un fuerte abrazo", ha escrito Rajoy.

·         El candidato socialista, Pérez Rubalcaba, ha destacado la "contradicción" que supone que no pueda presenciar el fin de la violencia etarra cuando fue una de las personas que más lucho por lograr la paz en Euskadi: "Fue una persona importantísima y eso hace que este fallecimiento tenga algo especial. Siempre trató de que el País Vasco alcanzara la paz y es una contradicción que no pueda vivir este final de ETA. Así le quiero recordar y así me gustaría que le recordaran los vascos y los españoles", ha subrayado el candidato socialista y exministro del Interior.

Hoy, después de una semana de la declaración de cese definitivo de ETA, podría resultar oportuno recuperar parte del talante que Bandrés demostró en 1982, durante la negociación con el Gobierno de la UCD que condujo a la disolución de ETA político-militar.

2 comentarios:

  1. Buen artículo. Como dices al final, ojalá el talante de Bandrés lo conserven les actuales dirigentes españoles, quienes deben cerrar el capítulo de ETA. Pero no parece que el PP actual tenga la inteligencia suficiente para aportar a la pacificación del País Vasco. Sólo hay que comprobar las palabras y actuación de Bandrés frente a las de su hija. Poniendo "Olivia Bandres" en Google se me entenderá.

    Quien lo iba a decir, el fin de ETA se ha convertido en el momento más dulce de la izquierda abertzale. La acumulación de los abertzales a la izquierda del PNV sumado a la intransigencia y poca inteligencia del Estado (sin ir más lejos ¿qué hace Otegi en prisión?) llevan a los de Otegi directamente a la presidencia vasca.

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  2. Muchas gracias por tu comentario, Jorge.

    Entiendo lo que dices sobre la hija de Juan Mari. Es difícil analizarlo que pasa por las mentes de los que han sufrido el problema allí.

    Efectivamente, el casi-final de ETA se ha convertido en una efervescencia de la misma izquierda abertzale que los apoyó. Yo quiero pensar que es un sarampión pasajero. Es también cierto que el sentimiento independentista es ahora mismo mayoritario en Euskadi. Pero espero que ese sentimiento se refugie, vuelva, más al PNV, que es el nicho político del mismo. El nacionalismo desde el posrromanticismo ha sido más conservador que progresista. En fin, un análisis futurista es lo más quer puedo hacer, y por lo tanto bastante falible.

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