06 marzo 2015

Helen Keller: no sólo amiga de Mark Twain

Retrato de Helen Keller con toga y birrete en el Radcliffe College, 1904
Foto por Whitman Studio. Helen Keller Papers, Biblioteca Schlesinger, Instituto Radcliffe de la Universidad de Harvard 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A Helen Keller se le conoce en ciertos ámbitos como amiga de Mark Twain, pero es mucho más conocida como activista social

 

Helen Keller conoció a Mark Twain cuando ella tenía sólo 14 años. En 1895, Samuel Clemens, es decir, Mark Twain, tenía unos cincuenta años y ya había alcanzado la fama mundial por su conversación, ingenio y su ingente obra escrita. Por el contrario, Helen era una adolescente que había luchado para tener acceso a la educación a pesar de su discapacidad física (se quedó sorda y ciega a los 19 meses, después de una escarlatina). Se conocieron cuando un amigo mutuo organizó un almuerzo para Helen, que estaba estudiando en la Escuela Wright-Humason para Sordos de Nueva York.

"Desde ese día hasta su muerte fuimos amigos", recordaría más tarde Keller. Ella ya era una entusiasta de su trabajo y le emocionaban su voz profunda y sus muchos gestos con las manos, que ella seguía con sus propios dedos. También él la trataba como a un igual, "no como un monstruo, sino como una mujer con discapacidad que busca una forma de eludir las extraordinarias dificultades a las que se enfrentaba."

Compartían un interés especial por la política radical y un amor mutuo a pesar de sus diferentes temperamentos. Helen, una optimista confesa, a menudo se burlaba de Twain por su declarado pesimismo, diciéndole que no creía una palabra de sus bromas sarcásticas. En cuanto a Twain, Chambliss escribe que él sentía que Keller era una de las figuras históricas más importantes de todos los tiempos, "la persona más maravillosa de su sexo que ha existido en este mundo desde Juana de Arco".

La amistad duró hasta la muerte de Mark Twain en 1910. Keller pasó a convertirse en una personalidad de fama mundial e incluso una célebre diplomática —tal vez la más famosa de EE.UU., según su amiga y mentora.
 

La Historia de Helen Keller

Los padres de Keller solicitaron que un profesor de la Institución Perkins (hoy Escuela Perkins para Ciegos) de Boston, Massachusetts, se enviara para instruirla. Fue Anne M. Sullivan la enviada en 1887 a la casa de Keller en Tuscumbia, Alabama, para capacitarla de acuerdo a los métodos de SG Howe. Desde 1888 en adelante, en la Institución Perkins y bajo Sarah Fuller en la Escuela Horace Mann para Sordos, Keller no sólo aprendió a leer, escribir y hablar, sino que también se convirtió en experta en el plan de estudios estándar, y en la enseñanza de varios idiomas y matemáticas.
Anne M. Sullivan
 
Por desgracia, no se mantuvo ningún registro exacto de los pasos de su educación. Aunque Helen provenía de una familia respetable del Sur de los Estados Unidos del siglo XIX, en su época era desconcertante la perspectiva de la enseñanza de una niña sorda y ciega a hablar, de leer y aprender. La tutora e institutriz de Helen, Annie Sullivan, lucharon por su admisión en varias escuelas que ofrecían educación especial. Pero el coste de educar a alguien como Helen era alto. Amy Chambliss reseña una emotiva carta que un encantado Clemens escribió a un amigo rico en su nombre:

“No voy a consentir que Estados Unidos permita que esta maravillosa niña se retire de sus estudios debido a su pobreza. Si ella pudiera continuarlos, conseguiría una fama que perduraría en la historia de los siglos. A lo largo de su enfermedad especial, que es el más extraordinario producto de todas las edades...” insistió a su marido hasta conseguir que se interesara los señores John D. & William Rockefeller y los demás jefes de la Standard Oil por el caso de Helen. Consiguió que suscribieran una pensión anual de seiscientos o setecientos o mil dólares y un acuerdo para continuarlo al menos durante tres o cuatro años, hasta que hubiera completado sus cursos en la universidad.
 
En 1900, Keller entró en el Radcliffe College, donde se le ofreció el apoyo de tutores y supervisores especiales y, por supuesto, de su amiga y maestra Anne Sullivan, quien siempre estuvo a su lado. Después de su educación universitaria, comenzó a trabajar en causas para ciegos por todo el mundo. Realizó numerosas giras y recaudó beneficios con el fin de crear fondos para la Fundación Americana para Ciegos.
 
Con el apoyo de la Standard Oil, Helen pudo completar su educación y fue graduada cum laude por la Universidad de Radcliffe de Harvard.
 
Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, fue incansable en sus esfuerzos para ayudar a los veteranos ciegos, huérfanos y refugiados. Varios honores, premios y títulos honorarios le fueron conferidos a Keller por gobiernos extranjeros y organizaciones de bienestar y cívicas, educativas en todo Estados Unidos. Keller representa uno de los casos más notables hasta la fecha de una persona que superó discapacidades severas para hacer contribuciones sobresalientes a la sociedad. Sus escritos incluyen Optimismo. Ensayo (1903), La canción de la pared de piedra (1910), Diario de Helen Keller (1938), La Profesora Anne Sullivan Macy; Un tributo de su hija adoptiva en su mente, Helen Keller  (1955), y otros.
 
 
Portada de 'La historia de mi vida' con un retrato de Helen Keller y Anne Sullivan

·   Frederick C. Giffin. “The Radical Vision of Helen Keller”. International Social Science Review, Vol. 59, No. 4 (Otoño de 1984), pp. 27-32.  Pi Gamma Mu, International Honor Society in Social Sciences
·   Amy Chambliss. “The Friendship of Helen Keller and Mark Twain”, (descarga en JStor) The Georgia Review, Vol. 24, No. 3 (Fall 1970), pp. 305-310. Junta de Regencia del Sistema Universitario de Georgia al cuidado de la Universidad de Georgia y la Georgia Review.
·   Helen Keller. “My Friend Mark Twain, Alan Gribben ed. Mark Twain Journal, Vol. 10, No. 4 (Primavera y verano, 1958), p. 1.
·   Chizuru Saeki. Helen Keller’s Civil Diplomacy in Japan in 1937 and 1948”, Japan Review, No. 27 (2014), pp. 201-220. Publicado por la Sophia University.
·   J. D. Stahl. Mark Twain, Culture and Gender: Envisioning America Through Europe. University of Georgia Press. Reseña del mismo en
·   Keller, Helen, 1880-1968. Papers of Helen Adams Keller, 1898-2003: A Finding Aid”. Radcliffe Institute for Advanced Study, Harvard University.
 

 
 


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